Fly me to the moon.

in other words, please be true
in other words, i love you

Entre metáforas y metonimias nos sucedíamos cada noche. Entre palabras y caracteres adornados surgía nuestra conexión nocturna. Y con el día ocurría que un vacío profundo nos ocupaba hasta que decidimos llenarlo con la seducción acostumbrada pero utilizada en otros sujetos reales o imaginarios, por fuera de nuestra esfera de atracción.


Y allí todo se tornó familiar y fascinante. Nada más que dejarse llevar por la sinergia de dos "especialistas" en ordenar sintagmas de manera compleja pero siempre estimulante. Día y noche esperábamos -y soñábamos con- ese encuentro de almas ardientes de pasión, pendientes de cada segundo y cada instante en donde ambos nos conectábamos aun sin saberlo, apenas presintiéndolo.

Como las cosas que nos sorprenden son pocas y decidiendo ambos transitar por un camino donde escasos mortales se animan, es que hoy seguimos buscándonos y explorando nuestras capacidades de amar, nada más simple ni nada más complejo que ser animales racionales intentando explicar lo obvio: de amor se nutre el universo. Quienes no encuentran el amor, no sólo no se conocen a sí mismos sino que están condenados a un límite muy reducido de posibilidades para experimentarlo.


Hoy y cada día que sea como hoy, quiero que sigamos viajando a esa Luna que iluminaba nuestras primeras noches en donde dos criaturas se adivinaban entre la penumbra azulada, recordando que no sólo los súcubos y los íncubos deambulan buscando la expiación de sus placeres -pecados para los creyentes- sino que nosotros nos fundimos en uno, en cada noche que arrecia el día, cada día.

Tuyo.


0 comentarios:

Publicar un comentario